CIELO MÁGICO TEOTIHUACÁN

Después del amanecer, el sol empieza a calentar la atmósfera y el suelo, lo que provoca diversos movimientos en el aire. Las primeras horas del día y las últimas de la tarde son los momentos más tranquilos, con vientos más suaves y constantes.

Cuando el sol calienta el suelo y todo lo que hay en él, el aire asciende y se generan corrientes térmicas. Estas corrientes de aire caliente que se elevan de manera invisible permiten a los buitres volar sin esfuerzo y son utilizadas por los parapentes para mantenerse en el aire. Sin embargo, estas corrientes deben evitarse al volar en un globo aerostático.

El globo asciende de manera suave, sin causar sensaciones bruscas o incómodas, iniciando una experiencia tranquila y relajante. Durante el vuelo, el globo y sus pasajeros se desplazan con el viento, por lo que el movimiento es casi imperceptible y parece que el paisaje se mueve bajo nosotros. No se experimenta vértigo, ya que la falta de referencias sobre la altura permite disfrutar de vistas inigualables y sensaciones únicas.

Este deporte es extremadamente seguro. Todos los componentes del equipo y el piloto del globo pasan por estrictos controles. Además, siempre se vuela en condiciones atmosféricas óptimas. 

Los principios de vuelo y el sistema utilizado son muy simples. El vuelo depende directamente del sistema de quemadores, que incluye el quemador, las botellas o tanques de combustible y las mangueras que los conectan. Según el tamaño del globo, se requiere un número específico de quemadores. Cuanto más grande sea el globo, más quemadores serán necesarios, todos con sistemas independientes. Antes de cada despegue, el piloto realiza una revisión completa del equipo para detectar cualquier anomalía.

Cada vuelo en globo, incluso si siempre se despega desde el mismo lugar, es único. No existe una altura estándar para los paseos en globo, ya que el viento de cada día determina las acciones del piloto. Este buscará las corrientes de aire que mejor se adapten a cada situación particular. Por lo general, las alturas máximas sobre el terreno suelen estar entre los 300 y 800 metros.

¡Claro que sí! Aunque no es obligatorio para los pasajeros, su ayuda será muy apreciada, ya que cuanto más grande y pesado sea el globo, más pasajeros llevará. Ayudar a recoger el equipo es también una excelente oportunidad para tocar el globo y ver de qué está hecho. Además, es el momento perfecto para hacer todas las preguntas y resolver las curiosidades que hayan surgido durante el vuelo

Es aconsejable que quienes vuelan en globo puedan asomarse por encima del borde de la barquilla. Más que una cuestión de edad, es una cuestión de altura. A partir de los siete años, la mayoría de los jóvenes aeronautas ya han alcanzado esa altura y pueden volar sin problemas. Desde ese momento, y mientras se tenga el deseo, no hay limitaciones para volar en un globo aerostático.